martes, 12 de abril de 2022

A tu lado



Me quedo contigo, Enrique Salazar

Si me das a elegir
Entre tú y la riqueza
Con esa grandeza
Que lleva consigo
¡Ay, amor!
Me quedo contigo

Si me das a elegir
Entre tú y la gloria
Pa' que hable la historia de mí
Por los siglos
¡Ay, amor!
Me quedo contigo

Pues me he enamorado
Y te quiero y te quiero
Y solo deseo
Estar a tu lado
Soñar con tus ojos
Besarte los labios
Sentirme en tus brazos
Que soy muy feliz

Si me das a elegir
Entre tú y ese cielo
Donde libre es el vuelo
Para ir a otros nidos
¡Ay, amor!
Me quedo contigo

Si me das a elegir
Entre tú y mis ideas
Que yo sin ellas
Soy un hombre perdido
¡Ay, amor!
Me quedo contigo

Pues me enamorado
Y te quiero y te quiero
Y solo deseo
Estar a tu lado
Soñar con tus ojos
Besarte los labios
Sentirme en tus brazos
Que soy muy feliz



lunes, 7 de marzo de 2022

Tiempos bárbaros



Tu alma y la mía son gemelas, de Marina 
Tseláieva

Tu alma y la mía son gemelas
como mis manos: la derecha y la izquierda.
Tan cálidas y tiernas son unidas
como dos alas de un pájaro dormido.
¡Por un ciclón quedamos separados,
por un abismo, tú y yo, como dos alas!

domingo, 6 de marzo de 2022

Llorar el sueño


Llorar a lágrima viva, de Oliverio Girondo

Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

jueves, 3 de marzo de 2022

Se os dará

 



Mateo (Mt 7, 7-11)

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre.

miércoles, 23 de febrero de 2022

Lo correcto




INSTRUCCIONES PARA LLORAR, de Julio Cortázar

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.

Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.

Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia dentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración del llanto, tres minutos.

lunes, 21 de febrero de 2022

Memoria

 




Mariposa, de Ryunosuke Akutagawa (
Vida de un idiota, 1927)


Una mariposa revoloteaba en el viento impregnado de olor a algas. Durante un instante, sintió cómo las alas de la mariposa acariciaban sus labios resecos. Y a pesar de todo, el polvo que las alas dejaron grabado sobre sus labios, todavía continuaba brillando después de tantos años.

FIN

sábado, 19 de febrero de 2022

Extraño caos


Hay en ese extraño caos que llamamos la vida algunas circunstancias y momentos absurdos en los cuales tomamos el universo todo por una inmensa broma pesada, aunque no logremos percibir con claridad en qué consiste su gracia y sospechemos que nosotros mismos somos las víctimas de la burla. Sin embargo, nada nos desalienta, nada nos parece digno de disensión. Engullimos todos los acontecimientos, todos los cultos, todas las creencias y persuasiones, todas las cosas difíciles, visibles e invisibles, por indigestas que sean, como un avestruz de estómago poderoso engulle balas y pedernales. En cuanto a las dificultades y preocupaciones sin importancia, las perspectivas de ruina imprevista, los riesgos de la vida y el cuerpo, todo eso, incluso la muerte misma, nos parecen golpes ingeniosos y sin mala intención, alegres puñetazos en los costados que nos da el invisible y misterioso viejo bromista.

Moby Dick, fragmento, Herman Melville