La puerta en la oscuridad.
The Door In The Dark, Robert Frost (1874-1963)
Caminando de habitación en habitación, en la oscuridad,
estiré los brazos a ciegas para proteger mi frente;
pero olvidé entrelazar los dedos, siquiera ligeramente,
o de cerrar los brazos en forma de arco.
Una delgada puerta se filtró de canto,
y el golpe en la cabeza tan violento
que sacudió mi habitual gesto sonriente.
Lo mismo ocurre con las cosas y la gente:
ya no encajan como solían hacerlo.
viernes, 18 de junio de 2021
miércoles, 16 de junio de 2021
Al fin
Me gritaron negra, de Victoria Santa Cruz
Tenía siete años apenas,
apenas siete años,
¡Que siete años!
¡No llegaba a cinco ni siquiera!
De pronto unas voces en la calle
me gritaron ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
"¿Soy acaso negra?" - yo dije ¡SÍ! "¿Qué cosa es ser negra?" ¡Negra!
Y yo no sabía la triste verdad que aquello escondía. ¡Negra!
Y me sentí negra, ¡Negra!
Como ellos decían ¡Negra!
Y retrocedí ¡Negra!
Como ellos querían ¡Negra!
Y odié mis cabellos y mis labios gruesos y miré apenada mi carne tostada
Y retrocedí ¡Negra!
Y retrocedí…
¡Negra!¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Neeegra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
Y pasaba el tiempo,
y siempre amargada
Seguía llevando a mi espalda mi pesada carga
¡Y cómo pesaba! …
Me alacié el cabello,
me polveé la cara,
y entre mis cabellos siempre resonaba la misma palabra
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Neeegra!
Hasta que un día que retrocedía, retrocedía y que iba a caer ¡Negra! ¡Negra!¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¿Y qué?
¿Y qué? ¡Negra! Sí ¡Negra!
Soy ¡Negra! Negra ¡Negra! Negra soy
¡Negra! Sí
¡Negra! Soy
¡Negra! Negra
¡Negra! Negra soy
De hoy en adelante no quiero laciar mi cabello
No quiero
Y voy a reírme de aquellos,
que por evitar - según ellos -
que por evitarnos algún sinsabor Llaman a los negros gente de color ¡Y de qué color! NEGRO
¡Y qué lindo suena! NEGRO
¡Y qué ritmo tiene!
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
Al fin
Al fin comprendí AL FIN
Ya no retrocedo AL FIN
Y avanzo segura AL FIN
Avanzo y espero AL FIN
Y bendigo al cielo porque quiso Dios negro que azabache era mi color
¡Que siete años!
¡No llegaba a cinco ni siquiera!
De pronto unas voces en la calle
me gritaron ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
"¿Soy acaso negra?" - yo dije ¡SÍ! "¿Qué cosa es ser negra?" ¡Negra!
Y yo no sabía la triste verdad que aquello escondía. ¡Negra!
Y me sentí negra, ¡Negra!
Como ellos decían ¡Negra!
Y retrocedí ¡Negra!
Como ellos querían ¡Negra!
Y odié mis cabellos y mis labios gruesos y miré apenada mi carne tostada
Y retrocedí ¡Negra!
Y retrocedí…
¡Negra!¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Neeegra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
Y pasaba el tiempo,
y siempre amargada
Seguía llevando a mi espalda mi pesada carga
¡Y cómo pesaba! …
Me alacié el cabello,
me polveé la cara,
y entre mis cabellos siempre resonaba la misma palabra
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Neeegra!
Hasta que un día que retrocedía, retrocedía y que iba a caer ¡Negra! ¡Negra!¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¿Y qué?
¿Y qué? ¡Negra! Sí ¡Negra!
Soy ¡Negra! Negra ¡Negra! Negra soy
¡Negra! Sí
¡Negra! Soy
¡Negra! Negra
¡Negra! Negra soy
De hoy en adelante no quiero laciar mi cabello
No quiero
Y voy a reírme de aquellos,
que por evitar - según ellos -
que por evitarnos algún sinsabor Llaman a los negros gente de color ¡Y de qué color! NEGRO
¡Y qué lindo suena! NEGRO
¡Y qué ritmo tiene!
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
Al fin
Al fin comprendí AL FIN
Ya no retrocedo AL FIN
Y avanzo segura AL FIN
Avanzo y espero AL FIN
Y bendigo al cielo porque quiso Dios negro que azabache era mi color
Y ya comprendí AL FIN
Ya tengo la llave
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
¡Negra soy!
Ya tengo la llave
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
¡Negra soy!
lunes, 14 de junio de 2021
Respeto
La calidad de la luz con la que analizamos nuestras vidas tiene un impacto directo en lo que vivimos. En esa luz se forman nuestras ideas. Eso es lo poético, entendido como iluminación. Por eso debemos aprender a respetar nuestros sentimientos y trasladarlos a un lenguaje en el que pueden ser compartidos.
Audre Lorde
domingo, 13 de junio de 2021
Pobre
La poesía ha sido la voz de los pobres, de la clase trabajadora y de las mujeres de color. Para escribir prosa se necesita una habitación propia, pero también grandes cantidades de papel, una máquina de escribir y mucho tiempo. Cuando hablamos de una gran cultura de mujeres, debemos ser conscientes del efecto que la clase y las diferencias económicas tienen en el arte que producimos.
Audre Lorde
Destilación
Audre Lorde
sábado, 12 de junio de 2021
Estrellas
És quan dormo que hi veig clar, por JV Foix
És quan plou que ballo sol
Vestit d'algues, or i escata,
Hi ha un pany de mar al revolt
I un tros de cel escarlata,
Un ocell fa un giravolt
I treu branques una mata,
El casalot del pirata
És un ample girasol.
És quan plou que ballo sol
Vestit d'algues, o i escata.
És quan ric que em veig gepic
Al bassal de sota l'era,
Em vesteixo d'home antic
És quan dormo que hi veig clar
Foll d'una dolça metzina,
Amb perles a cada mà
Visc al cor d'una petxina,
Só la font del comellar
I el jaç de la salvatgina,
I entre pineda i garric
Empaito la masovera,
Planto la meva bandera;
Amb una agulla saquera
Mato el monstre que no dic.
És quan ric que em veig gepic
Al bassal de sota l'era.
–O la lluna que s'afina
En morir carena enllà.
És quan dormo que hi veig clar
Foll d'una dolça metzina.
Empaito la masovera,
Planto la meva bandera;
Amb una agulla saquera
Mato el monstre que no dic.
És quan ric que em veig gepic
Al bassal de sota l'era.
–O la lluna que s'afina
En morir carena enllà.
És quan dormo que hi veig clar
Foll d'una dolça metzina.
Terror ordinario
EN SALEM, de Lucille Clifton
Extraña hermana
las brujas negras saben que
el terror no está en la luna
coreografiando danzas de lobizonas
y que el terror no está en la escoba
balanceándose al murmullo de la música gatuna,
ni en la cara salvaje del reloj que sonríe desde la pared.
El terror está en el rosado ordinario
en la ventana
y en los cercos, morales como el fuego
y en la cara ordinaria de la mujer blanca que nos mira
mientras amasa a golpes el pan de cada día.
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