Hay que inventar respiraciones nuevas..., de Roberto Juarroz
Hay que inventar respiraciones nuevas. Respiraciones que no sólo consuman el aire, sino que además lo enriquezcan y hasta lo liberen de ciertas combinaciones taciturnas.
Respiraciones que inhalen además las ondas y los ritmos, la fragancia secreta del tiempo y su disolución entre la bruma.
Respiraciones que acompañen a aquel que las respire.
Respiraciones hacia adentro del sueño, del amor y la muerte.
Y para eso hay que inventar un nuevo aire, unos pulmones más fervientes y un pensamiento que pueda respirarse.
Y si aún faltara algo, habría que inventar también otra forma más concreta del hombre.
8 El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; 9 porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas. 10 Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto. 11 Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, 12 pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí. 13 En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor.