Rara empresa
La mayoría de las aventuras que refiero en este libro son reflejo de la realidad; una o dos me han ocurrido a mí mismo; el resto son anécdotas de otros niños, compañeros míos de escuela. Huck Finn ha existido; Tom Sawyer también, si bien no se trata de un solo individuo; es una combinación de las características de tres chiquillos amigos. Es, pues, un trabajo arquitectónico de orden compuesto. Las raras supersticiones de las que doy fe prevalecían entre los niños y los esclavos del Oeste en la época de este relato, o sea hace treinta o cuarenta años. A pesar de que destino este libro a pasatiempo de muchachos, espero que no lo despreciarán los hombres ni las mujeres, ya que en parte está compuesto con la idea de despertar recuerdos del pasado en los adultos y exponer cómo sentían, pensaban y hablaban, y en qué raras empresas se embarcaban.
Las aventuras de Tom Sawyer, prefacio. Mark Twain Hartford, 1876
No hay comentarios:
Publicar un comentario