Selección, de Emily Dickinson
De las almas creadas
supe elegir la mía.
Cuando parta el espíritu
y se apague la vida,
y sean Hoy y Ayer
como fuego y ceniza,
y acabe de la carne
la tragedia mezquina,
y hacia la Altura vuelvan
todos la frente viva,
y se rasgue la bruma ...
yo diré: Ved la chispa
y el luminoso átomo
que preferí a la arcilla.
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