Interior noche
Junio, 1917. Marina Tsvetáieva
- ¡Hágase la luz! - y un triste día nuboso
cayó como una capa sobre el agua muerta.
Miró la tierra sonriendo extrañamente:
- ¡Hágase la noche! -dijo entonces el otro.
Y apartando el rostro pensativo,
siguió su camino más allá de las nubes.
Señor de la noche, es a ti a quien canto,
a ti que me dijiste a mí y a mis noches: seas.
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